Ensayo sobre la fotografía virtual.
Entre lo imposible y lo parecido.
¿Cuál es tu sueño como fotógrafo? Viajar por el espacio y el tiempo en un instante, ¿verdad?
Recientemente, apareció en las videoconsolas, -previamente con los ordenadores a golpe de script y cosas que te dan dolores de cabeza-, la posibilidad de capturar nuestras aventuras libremente. En cualquier momento, se pausa el juego y te permite “fotografiar” la escena.
El acto fotográfico se puede definir de muchas maneras, pero primero vendría el impulso, ¿no?
Algo común a cualquier creador es el deseo de plasmar una visión, un pensamiento. Después debemos encontrar nuestra herramienta o técnica para concretar ese impulso, ya sea la fotografía, la pintura o la creación virtual.
Si, es cierto que ya se creaban piezas en 3D, y que existe un debate muy activo sobre el hecho de aceptar los videojuegos como arte o no, con argumentos más o menos fidedignos. Sin embargo, la captura digital es un campo poco explorado y que, sin duda, va cogiendo velocidad. Especialmente impulsado por las redes sociales como Instagram, o chats como Reddit y Discord, se está formando todo un movimiento de fotografía virtual.
Puede que sea una estrategia de marketing, tan solo un incentivo de publicidad diferente al acostumbrado. Lo importante en este caso es que, tal y como sucedió al principio con los youtubers, una nueva comunidad está creciendo a través de los jugadores que comparten sus imágenes con arquitecturas y personajes de diferentes épocas, sin ningún coste extra de producción, pero con un atractivo artístico obvio. Quizás solo es una herramienta de moda para vender más, en cualquier caso, eso no es lo que prima. Lo importante es que existe, está aquí, y la usaremos para expresarnos.
Se abre debate: ¿Es fotografía?
Se puede considerar como pieza original del fotógrafo o como intervención, si así lo deseas. En mi opinión, prevalece la intencionalidad. No se puede crear partiendo de la nada, todo nace desde algún lugar.
¿Acaso no está creado el mundo ya y nosotros, fotógrafos, solamente lo capturamos? Nos hemos quedado encerrados en casa durante meses, ¿somos, por ello, menos fotógrafo? Muchos videojuegos nos han dado la oportunidad de viajar y fotografiar, nos ofrecen una libertad de movimiento enorme en mundos abiertos, miles de veces más grande que tu casa o tu ciudad.
Ahora, esta nueva herramienta “fotográfica” nos ofrece todas las opciones para poder desarrollar un lenguaje propio y dar un punto de vista único.
Obviamente, como sucede en la fotografía no virtual, la mayoría de los usuarios no ven más allá que la foto “chula”, sin ningún propósito artístico, así como vemos mil selfies con un cocktail junto a la piscina en Instagram, tenemos el equivalente con fotografías épicas, pero sin mayor contenido.
El proceso de creación es bastante sencillo, el cual, explicado para quienes no son jugadores asiduos, el disparo fotográfico corresponde al momento en que se pausa el juego. En ese momento, se puede mover la cámara para encuadrar, se elige el punto de enfoque, la profundidad de campo, la distancia focal y algunas opciones de retoque y filtros para los cambios de colores, saturación, grano, etc. Por supuesto, cada juego tiene su propio sistema. Jedi – Fallen Order, por ejemplo, tiene la opción de colocar un spot de luz en la escena.
Por otro lado, siempre tenemos Photoshop (u otras opciones) para finalizar el trabajo fotográfico, añadir grano y retoques para que quede tal y como deseamos.
Al igual que con otras técnicas, podemos hablar del esfuerzo que cuesta crear una obra, o dominar las herramientas propias a su disciplina. Como sucedió con los difíciles inicios de la fotografía en el mundo del arte, así como las serigrafías de Warhol, las obras seriadas, los Ready-Made, e incluso la fotografía con móvil, todo tiene su valor y su debate dentro de este intrincado mundo, pero no pretendo extender mi discurso en miles de páginas.
Entre lo imposible y lo parecido.
Assassin’s Creed, Red Dead Redemption, Star Wars… En todas estas opciones, nos codeamos con faraones, filósofos, grandes guerreros. Podemos viajar a galaxias muy muy lejanas. Se fotografían plagas, eventos históricos. O, simplemente, podemos tomar el tiempo de pasear. Admirar el paisaje, mirar a la gente caminar en las calles de Atenas, pararnos en un bar y participar en un juego de cartas, volar como si tuviéramos un drone. Todo lo imposible, todos tus sueños de fotógrafo ahora “posibles”.
En este momento, videojuego no significa solamente juego. Como artista se puede desarrollar un discurso político, centrarse en la historia o en detalles insignificantes, fotografiar horas y jugar 10 minutos…
Este proyecto lo empecé por diversión, he seguido por convicción. La fotografía virtual permite expresarse artísticamente, igual que la fotografía común. Hago fotografías imposibles de realizar en la vida real, pero impregnadas con toda la realidad de mi trabajo.